jueves, 18 de agosto de 2016

Cuarto aniversario y de como sobrevivir a la convivencia


Mi última entrada fue hace dos años. La escribí tirada, del lado derecho, por tener vértigo. Esta vez estoy sentada, derechita y sin padecimiento alguno, por ahora.

Puedo asegurar que estos cuatro años han sido intensos. Del enamoramiento adolescente, pasamos a hablar en serio en convivir, y acto seguido, a los tres meses, ya estaba instalada en Córdoba. Rapidito lo nuestro, siempre.

Como congeniar dos personas que habían pasado mas tiempo solos que acompañados? Era una ruleta, rusa.
Le encontramos la vuelta. Al tiempo. Un largoooo tiempo.
Claro que la propuesta suya a los pocos meses de "Lo ideal es cuartos separados" no me cayó del todo bien ni lo tomé como CONVIVENCIA, debo reconocer...pero se le pasó rápido el espíritu independiente.

Siempre nos vamos a dormir, a la siesta o noche, con un beso y un "Hasta luego amor", mi argumento de "No sabes si me muero dormida y te vas a sentir mal el resto de tu vida por no darme un beso" hizo mella, o por no discutirme semejante gilada accede de buena gana, dudo.
Miramos muchas películas, en silencio. Eso de hablar y comentar era de "Novios" cuando no molestaba la acotación pertinente de "Y este quien es???" No me dejan ser...

Nos gusta salir al río ( me gusta, accede a ir por el drama que hago) ...tomamos mate, charlamos o no. Y algo debo otorgarle, se deja sacar mil fotos y me saca otras mil. El 99% es desechado de esas tomas, a veces no sale con cara feliz.

Hizo algo, estos últimos meses, que pocos lo harían, acompañarme en mi dieta. No en las cantidades, pero si en las comidas. Fue un DIOS. No sentí ansiedades ni antojos. Gran parte de mis casi 20 kilos menos, se los debo a él. Y a que un día me dijo "Che, la medica no te habló de hacer dieta?" Ajam..me veía un chochan, lo se. Pero también es el tipo que esta semana me dijo "Estas como cuando te conocí,  FLACA" jajajaja

Nos reímos mucho. Eso no cambia.
Haciendo cuentas, pasamos mucho tiempo juntos, solos. Con silencios, espacios, charlas, risas, gritos ( si, gritamos al enojarnos, tan color de rosa no es todo)
Viajo a Baires a visitar a la familia, y lo extraño. Awwww
Y se que, dos veces contabilicé, me extrañó mucho también! DOS.
Si se retrasa, me avisa. Antes no, porque era parte del ser hombre que vivía solo y no debía avisBLA BLA BLA. Avisa ahora.

No tenemos hijos en común, pero tenemos gatos. Muchos. De todos los colores y edades. La vejez no viene sola. Siempre es con gatos. Y una perra, como para aparentar. La que se hace pis cuando se emociona. Es un cotolengo mi hogar. Y nos divierte.

Aflojamos, concedimos, ambos.
Se cena en la cama, por el.
Se almuerza idem, por el.
Cedo cama y tele y charla al regresar de su trabajo, por el.
Si esta enojado por algo, lo dejo solo, si, por el.
Soy una santa, lo se.

Me abraza cuando estoy triste.
Me habla cuando estoy callada.
Me interpreta hasta una mirada.
Me cuida en mis nanas.
Me reta.
Me malcría.
Me mantiene ( si, un problemita laboral aun no resuelto de mi parte)
Me lleva a ver nieve cuando abren los caminos y ésta ya se derritió, maneja buscando "Un charquito" para que me saque una foto conmemorativa. 
Me ha llevado a ver la luna llena al lago. Si, el primer mes de convivencia, lo agarré con la guardia baja.
Me hace reír como nadie.
Me enoja como nadie.
Me ama como nadie.
Me dio y da una vida hermosa.

Creo que en los ítems de afloje, me gana por goleada, no?

 Son 1460 días de conocernos, de amarnos, de encontrarnos, perdernos y volver a encontrarnos. De alegrías y tristezas, de salud y no tanto, de viajes o quedarnos en casa, de estar y pertenecer, de hablar o guardar un respetuoso silencio, de siempre abrazos, siempre complicidad, siempre amor por sobre todo. 

Si, estoy enamorada del hombre que elegí, hace cuatro años, para pasar el resto de mi vida, con sus virtudes y defectos, el combo completo. Y lo confirmo cada día. Lo vuelvo a elegir cada día...

No todo es miel, amigos. Pero es nuestra vida y no cambio un solo día de estos cuatro años juntos. Bueno, tal vez un par de días si, donde tuve ganas de arrojarle un plato o un gato y no lo hice en pos de la convivencia. Estampita con mi nombre.