Acápite: Le
debo respuesta a tantas cartas con las cuales me alegró un montón de mañanas,
que esta es larguita, tengan paciencia, ella lo merece.
El Vasco
Lado B: La
Negra
Buenas,
demás esta aclarar que quien escribe estas líneas es el personaje de la entrada
intitulada “Vasco”, si gente, yo soy el mismo vasco del que Laura tan bien
habla, así que me siento en la obligación moral de aclararles que no soy ese
sujeto maravilloso que ella describe; tampoco es que sea un gusano que les vaya
a tirar por la borda esa maravillosa historia de la cual soy la otra mitad,
pero les dejo mi visión de cómo se sucedieron los acontecimientos que llevaron
a que, a los 44 y siendo perro viejo y bastante apaleado además de portar mis
pulgas, me encontré sin haberlo pensado nunca, enamorado otra vez.
Pero como
toda historia entre dos personas tiene dos formas de verla de acuerdo a la
parte que la cuenta acá va mi versión.
Primera
aclaración sumamente importante, lo relatado en “Vasco” es verdad en toda su
esencia; es en ciertos detalles que varía y esos detalles son los que ustedes
estaban esperando!
A diferencia
de La Negra yo no soy de chorrear miel, es más, hasta algunas veces y no son
pocas, me cuesta demostrar lo que siento. Y no es ese machismo mal entendido
onda “los hombres no lloran” o pavadas por el estilo. Es mi personalidad nomás.
Tras esta
larga introducción sobre mi persona
vamos de una bendita vez!!!
En primer
lugar debo aclarar que no nos conocimos por Twitter en el sentido que la
mayoría de la gente le puede dar a esa frase; no fue un “amor virtual” que
combinamos en vernos y conocernos y blablablá, recuerden que estoy en Córdoba y
ya no estoy para esos trotes!
La cosa vino
así; yo tenía un particular interés en conocer en persona a un tipo que leía en
twitter, con el cual nos empezamos a seguir y a forjar esa suerte de “amistad”
que se da en las redes sociales.
Ese
personaje es Relato de Presente, desde febrero del 2012 nos gastamos mutuamente
por el fútbol (soy de River a Dios gracias) y además me hice adicto a su blog,
el cual recomiendo para aquellos que aún no lo conozcan. Charlas y chats
mediante face, quedamos en la clásica “cuando andes por Baires avisá y nos
juntamos”. En mayo viajé por un congreso y nos desencontramos. Quedó para otra
vez.
A todo esto
desde abril nos empezamos a seguir con Laura, desde un principio yo supe que
fui “recomendado” por Relato para que ella me diese su follow ya que son
grandes amigos de años. Como, previo a eso, habíamos intercambiado mucho tuit
pero yo como su lector, prudente La Negra, pidió referencias. Se sabe que hay
cada descerebrado en la red del pajarillo azul….
Charlas tuiteriles de todo tipo menos las
clásicas sexuales, y ojo que esto no es chamuyo, hablamos del tema, pero siempre en general, tomando algún twitt que otro arroba tiraba al respecto; compartir y sufrir
los partidos de River en la “B”, horas de trasnoche posteando música y, en
definitiva generando esa conexión que,
aún a mi disgusto, en las redes se denomina amistad (si, no concibo ser
“amigo” de alguien a quien no vi en mi vida pero bueh…no voy a ser yo el que
cambie ciertas cosas) derivaron en un posible viaje a Buenos Aires para
juntarnos con ella y Relato y despuntar el vicio de la charla
político-futbolera.
No recuerdo
como, pero una noche tuit va, tuit viene, yo tiro “qué onda para ustedes que me
llegue para el fin de semana largo del 17 de agosto?” porque ya a estas alturas
tenía un real interés en conocer a ambos. Y para mí serían unas mini vacaciones
totalmente alejadas de mi habitual mecanismo cientificista de pensamiento:
Viajar 700 km para conocer a gente que veía en un monitor!
Se confirmó
fecha y alojamiento asegurado en hotel a cuadras de la casa de Laura, ya que
era lógicamente la base de operaciones al ser ella quien organizaba en Buenos
Aires que haríamos y con quienes.
Así que esta
es la previa a los 700 km manejados bajo una de las lluvias más interesantes que
me tocaron, lo demás ya lo cuenta Lau, llegué a su casa y cabe aclarar nunca me
percaté del olor a humedad al cual ella aduce, quizá porque yo tenía el mismo,
no lo sé.
Si se una
cosa, nunca viajé con la intención de encontrarme con una pareja, aclaremos que
tampoco como vidrio y en una foto que vi una noche de las tantas de tuiteo me
dije “está fuerte esta morocha che” y nada más. La denominación que utilice fue “comestible”. Así que, había
una atracción meramente carnal previa por mi parte? Si, la que tan mágicamente
describe el Flaco Sabina “me han traído hasta aquí tus caderas, no tu corazón” pero lejísimos que fuese el motivo del viaje. Éste ya fue descripto en detalle, ahora si además había bonus…. Bárbaro!
Y ahí fue
que la cosa se me fue de las manos y de la cabeza y de todo tipo de control
autoimpuesto por años en lo referente a pareja. Me gustan las mujeres, adoro
las mujeres como buen hombre que soy y, tengo la virtud, creo, de ser lo
suficientemente autocrítico con mi género para reconocer que tenemos tres
cerebros, predominando en nuestras elecciones de mujer en demasiadas ocasiones
los dos más chiquitos que llevamos en los calzoncillos.
Esto viene a
colación ya que, a las diez de la noche de ese climatológicamente espantoso 17
de agosto de 2012 conozco una mujer que, por primera vez en mis 44 añitos me
secuestra la cabeza!
Con charla,
y demás como ella mejor que yo explica. Y ahí estuvo lo fundamental, atracción
física y cama, van y vienen en la vida de todos, pero encontrarte sin haberlo
esperado nunca con una par, reírte, hablar desde los temas más jodidos de la
vida de cada uno y pasar a un chiste sin solución de continuidad…eso es oro en
polvo!
Cuando a las
siete de la mañana partí hacia mi hotel caí en cuenta que nunca en toda la
noche la miré como mujer en el aspecto físico, es mas, no recordaba cómo estaba
peinada, que tenía puesto, salvo el pantalón que era un tanto suelto para mi
gusto, eso sí lo noté…sólo sabía que “algo” me había pasado, algo más allá de
lo carnal.
La noche
siguiente mejoró aún más la cosa de
manera sustancial. Timbre, entro y me encuentro con la mujer que
me ganó la mente con OTRO jean… que en este caso, sí llamó mi atención y cómo!
Salimos, nos
juntamos con Relato y otros arrobas a tomar algo y ahí, al regresar, luego de
hasta ser tildado de gay por Lau y otra “amiga” en un bar debido a mi falta de
avances….avancé! Y si, como describe Laura hubo una “estrategia” de mi parte.
Yo prefiero llamarlo sentido común; si avanzaba ANTES de salir y rebotaba? Chau
reunión, momento tenso y vuelta a Córdoba un tanto frustrante. O no?
Después…después ella lo cuenta con una gracia que no poseo pero sí, fue el
encuentro de dos adultos para los cuales lo
más factible era no volver a verse o si no, muy ocasionalmente.
El lunes 20
emprendí el retorno luego de dejar a mi compañera de ese fin de semana
fantástico en su casa y, al irme, sentí que NO QUERÍA poner primera y salir.
Tripas corazón mediante y Panamericana complicada por muuucho camión, recién al
pasar Rosario sentí un garrotazo en la nuca; justo tenía puesto al Nano Serrat
y empezó Poema de Amor…y, por motivos que no hacen a la cosa le puse repeat y
pasó once veces!
Caí en
cuenta que me había enamorado de esa morocha como si tuviese 20 años. Estaba al horno con manzana en la boca y
todo.
Llegué a
casa y por primera vez en mi vida me hice una cuenta de Skype, me conecté y
cansado, molido del fin de semana y el viaje, sucio por ni haberme duchado, tiré
lo primero que me salió del alma, ese “te extraño” y fue el comienzo de esta
etapa que considero es un regalo de Dios, del universo, el destino o como
quieran ustedes llamarle de acuerdo a sus creencias.
Y aquí
estoy, enamorado de una mujer a la cual le digo “mi complemento” ya que ella le
baja los decibeles a mi vasco temperamento. Una mujer que es todo amor,
ternura, comprensión, dulzura, garra, sensualidad, gamba, en fin…todo.
Lo que me
hace quererla con patas y todo, como le digo siempre. Que me banca mis
calenturas y mi dispersión geminiana.
Si, los geminianos somos dispersos y muuuy mentales, por ese motivo, esas
caderas me ganaron comprando mi cabeza con charla! Me sedujo hablando, sin
saberlo ella, sin intención ya que no podía adivinar esa característica mía, y eso lo hizo más auténtico todavía.
Finalizando
esta larga mirada desde mi lado, les cuento que voy a buscarla y me la traigo a
terminar el año en que nos conocimos y comenzar el próximo juntos. Se enamoró
de Córdoba, disfrutamos de lugares que yo no conocía y de los que aún, conociéndolos de memoria, ahora los veo diferentes, mejores.
Hace unos
días charlando le decía, tengo una hija maravillosa, estoy sanito que no es poco
eh! Laburo de lo que elegí y a Dios gracias puedo vivir de eso con una cierta
comodidad, solo me faltaba completar mi lado afectivo en la pareja y llegó ella
a llenarlo. Realmente, y no es conformismo…me puedo quejar?
No.